Un burdel, puticlub, lupanar, prostíbulo o mancebía es el lugar en el que se practica la prostitución. Burdel puede venir de la palabra francesa bordel, que antiguamente se decía bardeau y significa a flor de agua, o en la ribera del mar, por alusión al epíteto de Venus llamada aphrodites, esto es, nacida de la espuma del mar. A pesar de que hay muchas diferencias, los burdeles «clásicos» tienen dos elementos comunes: un bar en el que los clientes esperan y se relajan y una serie de habitaciones en las que las prostitutas mantienen relaciones sexuales con los clientes. Suele estar regentado por una persona, generalmente una mujer denominada matrona o madame. Ésta es la encargada de mostrar a las chicas en ropas diminutas al cliente, que es quien decide quién será la elegida para proporcionar los servicios sexuales. En los últimos años los burdeles, en América Latina y en el resto del mundo, han ido a menos, a causa de la proliferación de hostales o alojamientos donde se ejerce la prostitución, muchas veces de manera clandestina, localizados en lugares céntricos de las ciudades